martes, 15 de septiembre de 2015

ETICA Y VALORES

FORMACION EN VALORES
Desde hace mucho tiempo, numerosos autores han venido insistiendo en la necesidad de educar en valores; son varios los estudios que han incidido en este campo y en todos ellos se hace referencia a la redundancia de esta aseveración, ya que si no se educa en valores no sé está educando realmente. Esta afirmación educativa queda, actualmente, fuera de toda discusión, centrándose el problema actual no en el fundamento de los valores educativos, sino en qué valores son los que deben servir de sustrato y aplicación dentro de los procesos educativos.
La educación física y el deporte han sido y siguen siendo considerados de gran potencial para el desarrollo de valores sociales y personales, aumentando de esta forma su importancia como elemento pedagógico y formativo, pero creando una serie de dilemas a los profesionales de la actividad física sobre cómo queremos que sea la Educación Física escolar, el Deporte escolar y la gerencia deportiva, o cómo queremos que sea la práctica de esa actividad motora en la escuela y en las comunidades, de forma que nos permita alcanzar los valores que deseamos.
La Educación Física, por su relación con el Deporte escolar y comunitario, debe promover los valores que el deporte debe y puede desarrollar; esta disciplina tiene, a través de sus contenidos y actividades, un enorme potencial para desarrollar al niño tanto física como personalmente y, de esta forma, para contribuir a la mejora de la persona.
Las prácticas que se organicen deben buscar el desarrollo integral, el desarrollo del cuerpo y de la mente, de la autoestima, el sentido ético y moral, de responsabilidad, de autonomía, de superación y de relación y aceptación de los demás, aceptación de las normas, de cooperación, responsabilidad, etc. y todo esto en un clima lúdico y de disfrute. En todas las actividades físicas, el niño debe aprender a competir, resolver problemas, dialogar, superarse, ganar y perder, sin menospreciar a los que lo hacen y disfrutar de la práctica como elemento formador, integrador y emancipador. El deporte forma parte de la educación y la cultura de los hombres desde tiempos remotos, disfrutando de grandes y esplendorosas épocas a lo largo de la historia, pero también ha tenido otras de marginación y ostracismo en las que el desarrollo físico quedó relegado a un segundo plano frente al intelectual. La concepción del deporte no ha sido la misma en el devenir de los tiempos, de modo que, en cada época, la jerarquía e interpretación de los valores no han sido las mismas siempre, resaltándose unos sobre otros y considerando como positivos ciertos valores que en otros tiempos han sido considerados como inaceptables. Y es en ello en lo que radica esa relatividad de los valores y la necesidad de interpretar cada uno de ellos en función de un tiempo y espacio sociocultural concreto.
El deporte es una actividad con diferentes acepciones en función de la óptica de su estudio, largamente analizado y caracterizado por una  gran complejidad, que cambia su significado en tanto se refiere a una actitud y actividad humana como, y sobre todo, cuando nos centramos en una realidad social o en un conjunto de realidades sociales. Aquí me  centraré en el concepto de deporte escolar, el cual, según Blázquez (1995), tiene un doble sentido: por un lado, incluye aquellas prácticas físicas que se desarrollan en el ámbito de la institución escolar, y, por otro, a las actividades practicadas en edad escolar, no circunscritas a la escuela, pero cuya realización también debe estar sujeta a una orientación educativa y formativa, aunque sea desarrollada extra-escolarmente.
El deporte es una institución, una forma de vida que se ve con una organización jurídica y material que se vincula a otras instituciones y que tiene a su vez la misión de incorporar el cuerpo en el orden social. Por ello, por su complejidad, no podemos abordar el estudio de la educación física y deporte en términos puramente técnicos, pues el deporte aparece naturalmente vinculado al movimiento y al ejercicio, y el ejercicio es la base de la educación física, es una parte fundamental de ella y su trascendencia social hace que muchas veces sea un elemento señero a la hora de conseguir fines e integraciones que de otra forma parecerían impensables.
Durante mucho tiempo, ha sido considerado como una excelente vía de promoción y desarrollo de valores sociales y personales y han sido numerosos los autores que han señalado valores relacionados con el desarrollo personal, el descubrimiento y la educación social, los cuales perduraran durante toda la vida. Sin embargo, últimamente han surgido voces discrepantes con estas afirmaciones, que se basan en la progresiva relevancia del deporte como fenómeno social y su forma de practicarlo, poniendo en tela de juicio su aspecto formativo en lo referente fundamentalmente a los valores éticos.
Por otra parte, la educación física es ante todo educación. El hombre expresa de algún modo su peculiar manera de ser y la conforma. Como educación no es, claro está, sólo educación del cuerpo, sino del hombre; pero, como física, lo es de una manera muy directa a través del cuerpo, en tanto éste puede ser una vía de enriquecimiento humano y de desarrollo global del sujeto sin descuidar todos los ámbitos que integran la personalidad.
Por esta razón, el profesional de la actividad física y el deporte debe fomentar esa totalidad formativa de esta actividad y debe promover la adquisición de valores deseables a través de su práctica, si bien debemos señalar, tal y como dice Fraile, con la mera participación no se garantiza la adquisición de valores educativos (Fraile, 1996, p. 3). Así mismo, Petrus indica que: son las condiciones de su práctica las que confirman sus posibilidades educativas. El deporte puede favorecer la adquisición de competencias sociales si su diseño es el adecuado (Petrus 1999, p. 32).
Siguiendo esta misma línea de reflexión, Arnold (1991) indica que el deporte puede utilizarse con buenos y malos propósitos. Bien aplicado, puede enseñar resistencia y estimular un sentimiento de juego limpio y un respeto por las reglas, un esfuerzo coordinado y la subordinación de los intereses personales a los del grupo. De esta manera, el deporte como universal cultural del siglo XXI engloba un amplio repertorio de símbolos, valores, normas y comportamientos que lo identifican y diferencian con nitidez de otras prácticas sociales.
Entender esto significa ser consciente de su validez como herramienta pedagógica necesaria para participar y promover un modelo de relación educativa que favorezca la igualdad de oportunidades a través de la integración y, al mismo tiempo, el reconocimiento de las identidades minoritarias a través de la atención a su diversidad cultural.
La estructura del deporte refleja diferentes esquemas de participación y modelos de comportamiento de las personas en relación con cada estructura deportiva. Gutiérrez, en su obra «Valores sociales y deporte», propone un modelo para el desarrollo y promoción de valores sociales y personales a través de la actividad física y el deporte, en el que se contemplen todos los estamentos susceptibles de ejercer algún tipo de influencia sobre la formación del esquema de valores de cada persona, basándose este modelo en que no se le pide a nadie que asuma completamente la responsabilidad del proceso de todo el modelo, sino que cada uno, en función del rol que le corresponde, asuma su papel, que los demás ya harán el resto: los padres, los deportistas, los organizadores y los profesores y entrenadores, asumiendo el compromiso de su función, la educación, ya sea deportiva o general, teniendo siempre presente el repertorio de valores que una sociedad pluralista, de respeto y orientada hacia la igualdad, demanda. Por su parte, Torralba considera que la exigencia de la participación de todos los sectores implicados fundamentará el éxito del proyecto, entendiendo que este proceso debe realizarse a través de una intervención social general que se fundamentaría en los siguientes apartados: Intervención desde los valores de la persona y su entorno. Cada deportista es más proclive a unas determinadas características, algunas de ellas derivadas de su propia naturaleza y otras que provienen del ambiente en el que se encuentra inmerso. Para educar en valores sociales y personales a los jóvenes deportistas, será muy conveniente y útil conocer qué es lo que ellos valoran de la actividad físico-deportiva y qué defienden las personas de su entorno.  Intervención social general. Desde el ámbito educativo, para los valores relacionados con el deporte, pueden seguirse gran parte de los esquemas diseñados para la educación en valores desde el marco general de la enseñanza. El fin principal de la educación, como claramente viene especificado en la Ley Orgánica de la Educación (LOE), es el pleno desarrollo de la personalidad de los alumnos, el desarrollo integral de todos los factores que la componen: intelectual, corporal, social, afectivo y ético-moral.

Los gerentes deportivos y planificadores educativos deben potenciar el desarrollo de estos valores desde los currículos educativos y el desarrollo de los eventos deportivos de las diferentes etapas y organizaciones, concretando los contenidos referentes a los mismos de una forma explícita, concienciando a los profesores y entrenadores de su papel dentro de este desarrollo y de lo determinante que deben ser sus posturas al respecto de cara a los alumnos y deportistas, desarrollando los valores auténticos del deporte y relativizando la influencia de factores externos, como, por ejemplo, las recompensas económicas, en el desarrollo de estos valores. Esta concienciación pasa por dejar claro que el deporte por sí sólo no educa; son los profesores y entrenadores, los padres y madres los responsables de que esto suceda y, por lo tanto, su coordinación es  fundamental, para el logro de un ciudadano formado en ética y valores.

sábado, 13 de junio de 2015

PROCESO ADMINISTRATIVO
INTRODUCCIÓN
Las Organizaciones Deportivas  son estructuras a las que corresponde, como es bien conocido, satisfacer los intereses generales de sus respectivas instancias o comunidades. Cualquier ente deportivo es una organización pero también las entidades que forman parte de la misma, sean éstas de naturaleza formal (Públicas o privadas) o informales (comunitarias o empresas) pueden considerarse organizaciones a efectos analíticos. Todo ello con independencia de que su entorno esté configurado por otras unidades administrativas y que sus objetivos  y decisiones estén condicionadas por los criterios de instancias superiores. Por ejemplo, un Instituto Regional de Deportes es una organización pero cualquiera de sus unidades administrativas diferenciadas, formalmente independientes o no, pueden ser analizadas como si fueran organizaciones con entidad propia ya que poseen todos los elementos que caracterizan a una organización. Examinar el funcionamiento de las diversas instancias o unidades administrativas, que configuran las Organizaciones deportivas, como órganos gerenciales que siguen procesos administrativos es el objetivo de este trabajo pero, ¿cómo podemos analizar unas realidades que ya a simple vista parecen muy complejas? En efecto, el funcionamiento las organizaciones deportivas comprende fenómenos muy dinámicos que poseen varias dimensiones  y, en consecuencia, deben ser analizadas desde distintos enfoques y con diferentes niveles de tratamiento. Una organización articula varias dimensiones que requieren enfoques específicos y precisos pero sin perder de vista una comprensión más global que permita apreciar los puntos de contacto y las sinergias entre las distintas dimensiones.
La reflexión y aplicación científica de la administración y la legislación deportiva cobra importancia en la medida en que las nuevas dinámicas del deporte Venezolano se ven enfrentadas a retos que exigen de sus Gerentes Deportivos nuevos conceptos y prácticas en sus ejecutorias. La historia de la Gerencia Deportiva Venezolana no es ajena a la historia económica, política y social; es decir, está llena de aciertos, desaciertos, dudas y falta de una correcta orientación; donde en ocasiones han privado los intereses de ciertos sectores, limitando el potencial de desarrollo deportivo que podríamos alcanzar. Por ordenamiento del Comité Olímpico Internacional, Venezuela, como miembro desde Diciembre 23 de 1935, ha consolidado una estructura desde del Comité Olímpico Venezolano (COV) como órgano rector del Deporte Asociado Nacional al que lo conforman las Federaciones Deportivas y que a su vez están constituidas por las Asociaciones Deportivas por estados y estas por ligas y Clubes locales. Ha sido esta la dinámica que durante más de 70 años ha orientado el deporte en Venezuela, a la cual se sumó la presencia del Estado con la creación de Instituto Nacional de Deportes (IND),  mediante decreto No 164 de la Junta Militar de Gobierno de los Estados Unidos de Venezuela (Publicado en Gaceta Oficial de los Estados Unidos de Venezuela, bajo el No 22952  22 de Junio de 1949, cuyas funciones le permiten regular, financiar y promover la Educación Física, el Deporte y la Recreación e igualmente intervenir en la financiación de los deportistas venezolanos, de alto rendimiento,  en eventos internacionales.
También es importante destacar que las dimensiones centralistas del Instituto Nacional de Deportes han sido redimensionadas y reestructuradas. En tal sentido, la nueva misión del IND está orientada hacia la formulación y coordinación de la política deportiva y la atención integral de los seleccionados que representan a Venezuela en eventos internacionales. Lo concerniente al desarrollo deportivo pasa a ser transferido a las gobernaciones, alcaldías y juntas parroquiales, quienes, para acometer tal finalidad, deberán propender a la creación de los consejos regionales del deporte, a los institutos regionales de deporte, de quienes dependerá la realización de los juegos estadales de cada entidad y todo lo concerniente a la participación en los Juegos Deportivos Nacionales. Igualmente, deberá impulsarse a nivel de los estados la aprobación de una Ley Regional del Deporte que consagre, entre otras cosas, la estructura regional, la estructura para acometer la actividad deportiva, un presupuesto respectivo no menor del 3% del presupuesto del Estado, los programas de competencia, la atención al atleta y la formación de los recursos humanos para el deporte.
Hablar de procesos administrativos en Órganos Deportivos pudiéramos referirnos al conjunto de acciones interrelacionadas e interdependientes que conforman la función de administración que involucra diferentes actividades tendientes a la consecución de un fin a través del uso óptimo de recursos humanos, materiales, financieros  y tecnológicos, a fin de lograr los fines, propósitos y metas trazadas por cada organismo. Pasa, entonces por un conjunto de pasos o etapas necesarias para llevar a cabo una actividad.
La administración en Organismos Deportivos debe comprender varias fases, etapas o funciones, cuyo manejo gerencial y exhaustivo es indispensable a fin de aplicar el método, los principios y las técnicas adecuadas en base a lo establecido en los distintos procesos de planeación.
Al llevar adelante procesos administrativos en  cualquier Organismo Deportivo el gerente debe fundamentar su trabajo en  dos fases: una estructural, en la que a partir de uno o más fines se determina la mejor forma de obtenerlos, y otra operativa, en la que se ejecutan todas las actividades necesarias para lograr lo establecido durante el periodo de estructuración. A estas dos fases se les llama: mecánica y dinámica de la administración. En consecuencia se puede precisar que la mecánica administrativa es la parte teórica de la administración en la que se establece lo que debe hacerse, y la dinámica se refiere a cómo manejar el organismo social. Koontz y O’ Donnell: 2004. “Definen el proceso administrativo con 5 elementos, planeación, designación de personal, control, organización, dirección.”
Podemos decir, entonces,  que gracias al proceso administrativo podemos llevar a cabo una buena administración en un Organismo Social  Promotora del Deporte ya que por medio de fases o pasos podemos llegar al éxito de los objetivos de dichas órganos. En este contexto, las instituciones que conforman el Sistema Nacional del Deporte, la Educación Física y la Actividad Física requieren de un nuevo profesional que dinamice no solo desde las prácticas, sino desde las herramientas conceptuales y gerenciales los nuevos retos que imponen los roles sociales y los mercados.
PROCESOS ADMINISTRATIVOS
La Administración es un proceso a través del cual se logran determinados objetivos previamente establecidos, mediante la utilización racional de recursos humanos, materiales, técnicos y financieros. El proceso administrativo es el conjunto de fases o etapas sucesivas a través de las cuales se efectúa la administración misma que se interrelacionan y forman un proceso integral. Las funciones Administrativas en un enfoque sistémico conforman el proceso administrativo, cuando se consideran aisladamente los elementos Planificación, Organización, Dirección y  Control, son solo funciones administrativas, cuando se consideran estos cuatro elementos (Planificar, Organizar, Dirigir y Controlar) en un enfoque global de interacción para alcanzar objetivos, forman el Proceso Administrativo.
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Fuente: Introducción a la Teoría General de la Administración. Autor: I. Chiavenato.1990
Según los autores Harold Koontz y Heinz Weihrick, (1992). Plantean que las funciones del administrador son: Planificación, Organización, Dirección y Control que conforman el Proceso Administrativo cuando se las considera desde el punto de vista sistémico. Fayol señala que estos elementos son aplicables en negocios, organizaciones políticas, sociales, religiosas, filantrópicas y militares.
Todo Proceso Administrativo está compuesto por dos fases fundamentales: la mecánica y la dinámica,  en donde la mecánica comprende a la planeación (trata  más o menos de que cosas se van a realizar en la organización, se realizan planes, programas, presupuestos, etc.) y la organización (de cómo se va a realizar y se cuenta con los organigramas, recursos, funciones…). La dinámica  aquí está la dirección que se encarga de ver que se realicen las tareas y para ello cuenta con la supervisión, liderazgo, comunicación, motivación y por último, encontramos al control que es el encargado de decir cómo se ha realizado, qué se hizo, cómo se hizo, y compara los estudios.
Proceso administrativo en detalle
Fase mecánica: Planeación: propósitos, objetivos, estrategias, políticas, programas, presupuestos, procedimientos. Organización: División del trabajo  y  de la coordinación; jerarquización, departamentación, descripción de funciones.
Fase dinámica: Dirección: Toma de decisiones, integración, motivación, comunicación, y supervisión.
Así mismo podemos establecer algunas caracterizaciones particulares de cada elemento, inherente al proceso administrativo:
Planificación
Organización
Dirección
Controlar
Decisión sobre los objetivos
Definición de planes para alcanzarlos
Programación de actividades
Organización
Recursos y actividades para alcanzar los objetivos
Órganos y cargos
Atribución de autoridades y responsabilidad
Determinación de jerarquías
Disposición, correlación y agrupación de actividades, con el fin de poder realizar y simplificar las funciones del grupo social.

Designación de cargos
Comunicación, liderazgo y motivación de personal
Dirección para los objetivos
Definición de estándares para medir el desempeño
Corregir desviaciones y garantizar que se realice la planeación
Universalidad del proceso administrativo

PLANEACIÓN
Fija el curso concreto de acción que ha de seguirse, estableciendo los principios para orientarlo, la secuencia de operaciones para realizarlo y la determinación de tiempos y de números necesarios para su realización.
ETAPAS:
* Propósitos: Son las aspiraciones fundamentales o finalidades de tipo cualitativo que persigue en forma permanente o semipermanente un grupo social.
* Objetivos: Representa los resultados que la empresa espera obtener, son fines por alcanzar, establecidos cuantitativamente.
* Estrategia: Son cursos de acción general o alternativas que muestran la dirección y el empleo general de los recursos y esfuerzos, las lograr los objetivos en las condiciones más ventajosas.
* Políticas: Son guías para orientar la acción; son criterios lineamientos y no se sancionan.
* Presupuestos: Es el plan de todas o algunas de las fases de actividad de la empresa expresando en términos económicos, junto con la comprobación subsecuente de las realizaciones de dicho plan.
* Pronósticos: Es prever las cosas que pudieran suceder.

PRINCIPIOS:
Principio de la Precisión: Los planes no deben hacerse con afirmaciones vagas y genéricas, sino con la mayor precisión posible.
Principio de la Flexibilidad: Es dejar un margen para los posibles cambios que se pudieran dar, tanto buenos como malos.
Principio de la Unidad: Trabajar de una manera unida, coordinada e integrada para lograr la meta propuesta.

ORGANIZACIÓN
Es el establecimiento de la estructura necesaria para la sistematización racional de los recursos, mediante la determinación de jerarquías, disposición, correlación y agrupación de actividades, con el fin de poder realizar y simplificar las funciones del grupo social.
ETAPAS:
División del Trabajo: Separación y delimitación de las actividades, con el fin de realizar una función con la mayor precisión, eficiencia y el mínimo esfuerzo.
Jerarquización: Es la disposición de las funciones de una organización por orden de rango, grado o importancia.
Departamentalización: Es la división y el agrupamiento de las funciones y actividades específicas, con base en su similitud.
PRINCIPIOS:
Principio del Objetivo: Todas las actividades establecidas en la organización deben relacionarse con los objetivos y propósitos de la empresa.
Principio de la Especialización: El trabajo de una persona debe limitarse hasta donde sea posible, a la ejecución de una sola actividad.
Principio de la Jerarquía: Se deben de establecer centros de autoridad de los cuales emane la comunicación necesaria, para lograr los planes en los cuales la autoridad y la responsabilidad fluyan en una línea clara e ininterrumpida, desde el más alto ejecutivo, al nivel más bajo.
Paridad de Autoridad y Responsabilidad: A cada grado de autoridad conferido, debe corresponder el grado de autoridad necesario para cumplir dicha responsabilidad.
Unidad de Mando: Establece que al determinar un centro de autoridad y decisión para cada función, debe asignarse un solo jefe y que los subordinados no deberán reportar a más de un superior, pues el hecho de que un empleado reciba ordenas de más de dos jefes, solo conduce a la ineficiencia.
Difusión: Las obligaciones de cada puesto deben publicarse y ponerse por escrito, a disposición de todos los miembros de la empresa que tengan relación con ellas.
 Amplitud o tramo de control: Hay un límite en cuanto al número de subordinados que deben reportar a un ejecutivo.
La Coordinación: Las unidades de una organización siempre deberán de mantenerse en equilibrio.
Continuidad: Una vez que se ha establecido, la estructura organizacional, requiere mantenerse, mejorarse y ajustarse a las condiciones del medio ambiente.

DIRECCIÓN
Ejecución de los planes de acuerdo con la estructura organizacional, mediante la guía de los esfuerzos del grupo social a través, de la motivación, comunicación y supervisión.
ETAPAS:
Toma de Decisiones: Es la elección del curso de acción entre varias alternativas.
Integración: Con ella el administrador elige y se allega, de los recursos necesarios para poner en marcha las decisiones previamente establecidas para ejecutar los planes
Motivación: Por medio de ella se logra la ejecución de trabajos tendiente a la obtención de objetivos.
Comunicación: Proceso a través del cual se transmite y recibe información en un grupo social.
Supervisión: Checar que las cosas se estén dando de una manera correcta.

PRINCIPIOS:
De la Armonía del Objetivo o Coordinación de interés: La dirección será eficiente en tanto se encamine hacia el logro de los objetivos.
Impersonalidad de Mando: Se refiere a que la autoridad y su ejercicio, surgen como una necesidad de la organización para obtener ciertos resultados.
De la Supervisión directa: Se refiere al apoyo y comunicación que debe proporcionar el dirigente a sus subordinados durante la ejecución de los planes.
De la Vía Jerárquica: Los canales de comunicación deben de ser transmitidos a través de los niveles jerárquicos correspondientes.
De la Resolución del Conflicto: Es la necesidad de resolver los problemas que surjan, desde el principio y no dejar que crezcan.
Aprovechamiento del Conflicto: A veces con los problemas que se presentan, se visualizan nuevas estrategias y se saca provecho de los problemas.

CONTROL
Es la evaluación y medición de la ejecución de los planes, con el fin de detectar y prever desviaciones, para establecer las medidas correctivas necesarias.
ETAPAS:
Establecimiento de Estándares: Representan el estado de ejecución deseado, de hecho nos es más que los objetivos definidos de la organización.
Medición de Resultados: Es medir la ejecución y los resultados, mediante la aplicación de unidades de medida, que deben ser definidas de acuerdo con los estándares.
Corrección: La utilidad concreta y tangible del control está en la acción correctiva para integrar las desviaciones con relación a los estándares.
Retroalimentación: Mediante ella la información obtenida se ajusta al sistema administrativo al correr del tiempo.
Control: Los buenos controles deben relacionarse con la estructura organizativa y reflejar su eficacia.

PRINCIPIOS:
Equilibrio: Debe de haber un balance entre el control y la delegación.
De los Objetivos: El control existen en función de los objetivos, el control no es un fin, sino un medio para alcanzar los objetivos.
De la oportunidad: El control debe de ser oportuno, debe de aplicarse antes de que se presente el error.
De las Desviaciones: Todas las desviaciones que se originen deben de analizarse detalladamente y saber porque surgieron, para que en un futuro no se vuelvan a presentar.
Costeabilidad: Se deben de justificar el costo, que este represente en dinero y tiempo, en relaciones con las ventajas reales que este aporte.
De la Excepción: El control debe de aplicarse a las actividades representativas, a fin de reducir costos y tiempo.
De la Función Controlada: La función que realiza el control, no debe de estar involucrada con la actividad a controlar.

Control como sistema cibernético
Actualmente las organizaciones  deportivas  fundamentan su gestión bajo esquemas administrativos  tradicionales,  poco científicas (a través del empirismo) al dar énfasis del problema del control; se olvidan  de la dimensión humana, a través de modelos estructurales que tienen fuerte énfasis en las jerarquías aunque esto "implicaría" que a menor jerarquía se tiene menor complejidad.  En la actualidad  no se necesita jerarquía de poder, sino de complejidad, ya que, dada la realidad se  pueden distinguir sistemas autónomos complejos dentro de otros.
Se debe desarrollar el todo del sistema, sin provocar una centralización de la gestión que provoca una frustración a los restantes integrantes de la organización. Los modelos gerenciales deportivos toman entonces a las organizaciones como objetos reales desconociendo que lo constitutivo de ellos está en la definición que los seres humanos vinculados al fenómeno produce.
El modelo por el cual se observarán las organizaciones deportivas, o enfoques, es con un observador que las definen como un ser humano determinado estructuralmente y que no la puede representar como un objeto externo, ya que, el único modelo por el cual tienen acceso a ella es por intermedio de contactos que desarrolle por los demás observadores relacionados con la organización (se debe acoplar estructuralmente a la organización). Junto a lo anterior se hace necesario también considerar la necesidad que permita a los responsables del cuidado de la organización intervenir en ella para diagnosticarla y rediseñar los mecanismos de gestión que les asegure un comportamiento estable según los estándares por ellos definidos.

Control como un sistema de retroalimentación
Los individuos que trabajan o colaboran en cualquier organización, tienen intereses y aspiraciones individuales, y el reto de integrar y canalizar el esfuerzo de estas personas hacia la obtención del objetivo de la organización, implica la necesidad de influir o controlar la conducta de la gente involucrada. En una organización relativamente formal, las implicaciones referidas se pueden manifestar en un esquema que incorpora herramientas o técnicas como los presupuestos, normas (control interno), estándares, procedimientos, descripciones de puestos, esquemas contables de costos, y desde luego los sistemas de medición del desempeño. Todos estos elementos considerados conjuntamente en términos del comportamiento humano representan el "SISTEMA DE CONTROL ORGANIZACIONAL".
Es el proceso formal que busca influenciar la conducta de la gente que trabajan en la organización, a propósito de intentar alcanzar los objetivos más importantes de esta.
El sistema de control organizacional, pretende crear congruencia y alinear los objetivos personales con los de la organización. A medida que la organización crece, o se vuelve más compleja (por ejemplo cuando tiene más empleados o está en un área geográfica muy dispersa), la necesidad de los sistemas de control es más obvia, inclusive llega a representar una necesidad "urgente". En una empresa pequeña el dueño puede asumir varias funciones entre ellas la de control, mientras que en una muy grande, esto sería imposible, por lo que se requiere de mecanismos formales y diversos.
La retroalimentación proporciona información acerca de las operaciones y sus resultados, y puede ser: Correctiva cuando produce la información necesaria para mejorar el desempeño de cada una de las operaciones; evaluativo si informa acerca del estado general del sistema y sirve como base para la administración de recompensas o castigos.







CONCLUSIONES
Los venezolanos nos alegramos y nos emocionamos con los triunfos y trofeos de nuestros equipos deportivos, en diversas contiendas, locales, regionales, internacionales y hasta mundiales.  Esa emoción que se ve desde dentro y fuera de las organizaciones deportivas  siempre es fruto de un trabajo que quizás muchos creen lleva en lograrse unos meses con un  esfuerzo simple de los atletas. En muy contados casos esto ha sido así, dado que una victoria de un atleta o equipo lleva consigo una gerencia eficiente de recursos y aplicación de mecanismos administrativos que reflejan tal éxito. Este laurel tiene que ver con toda la cultura deportiva, sus valores, objetivos de la organización en sí misma.
Las organizaciones deportivas deben usar los mismos cimientos de las corporaciones. El deporte también es una industria que en manos correctas y bien intencionadas, puede generar y expandir beneficios económicos a todos sus miembros y allegados, además de proporcionar bienestar integral a los involucrados en ellas.
Es por esto que resulta necesario que los valores sean las bases de sus acciones. La educación, el respeto, la responsabilidad, la lealtad, el trabajo, la solidaridad, entre otros deben ser las banderas que debe erigir toda organización deportiva que aspire ser exitosa de forma consistente a través del tiempo.
El Administrar eficientemente un órgano deportivo nos generará seguramente organizaciones exitosas, autosustentables y que puedan reproducir sus triunfos de manera constante y que ante los fracasos sepan adaptarse a mejoras coherentes sin perder el rumbo. Con planificaciones estratégicas a corto, mediano y largo plazo coherentes y evitando la improvisación o acciones poco analizadas.
Sus miembros deben mantener una cultura y sentido de pertenencia envidiables. Sentir la organización como su segundo hogar y reproducir los valores aprendidos allí.  Conformar una gran familia que gira en torno al eje del deporte como camino del desarrollo integral del ser humano. Con la infancia y la juventud como sus más importantes inversiones. Incluyendo su identidad regional, proyectando la institución como parte de la imagen de la misma. Un matrimonio entre organización y localidad que identifique a sus habitantes con la institución, adoptándola como uno de sus símbolos y códigos. Y al mismo tiempo generando una pertenencia desde el club o asociación deportiva hacia la región, participando y compartiendo actividades con la misma que superen la mera publicidad para ser parte de su cotidianidad.
Es esto lo que hace grande y eterna a una organización. Como podemos ver son claves que se comparten con empresas de otra naturaleza y que han logrado estabilidad y productividad creciente a lo largo del tiempo. Se trata de que cada una de las instituciones busque su identidad en sus raíces y no pierdan de vista su misión y objetivos.




Víctor H. Castro A
8751328


BIBLIOGRAFIA
Aquino J.; Viola y Arecco. (1995). Recursos Humanos para No Especialistas. Ediciones Machi.  Buenos Aires.

Arias, F. (1991). Administración de Recursos Humanos. Editorial Trilla México. 536 pág.

Brown, S.  (1990). 13 Errores Fatales  en que incurren los Gerentes y cómo evitarlos.    Editorial  Norma.  Colombia.  Traducción: Carlos García.

Cunnhigham, W; Aldag, R. y Swift, C. (1991).  Introducción a la Administración.  Grupo Editorial Iberoamericana.  México.

Chiavenato, I.. (1990) Introducción a la teoría general de la administración. Editorial McGraw Hill. México.

Hampton, D. (1990). Administración Contemporánea. Editorial Mc Graw-Hill. México.

Hodgetts, R. (1990) Supervisor eficiente. Un enfoque práctico. Editorial Mc Graw Hill. México.

Koontz, H. y Weihrich H.. (1992).  Administración.  México.  Mc. Graw-Hill. Mexico.

Melinkoff, R.  La Estructura de la organización.  Editorial Contexto.  Venezuela.

Robbins, S. (1996) Comportamiento Organizacional; Teoría y Práctica. Editorial Prentice Hall. México.

Rojas, L.(1994). El Gerente: Paradigma y retos para su formación.  Encuentro Educación.  Vol. 1. Nº 1.




lunes, 9 de marzo de 2015

METODOLOGIA DE LA INVESTIGACIÓN HOLÍSTICA...Jacqueline Hurtado de Barrera

INVESTIGACIÓN HOLÍSTICA (JACQUELINE HURTADO DE BARRERA)

En este sentido, lo que se denominó investigación holística, pero que más bien alude a una comprensión integradora de la investigación, se propuso generar un modelo del proceso investigativo que recogiera los aportes de los diferentes modelos epistémicos, no sólo desde las técnicas de recolección de datos y de análisis, sino desde la concepción del proceso mismo; un modelo que abriera el panorama en cuanto a las posibilidades de aplicación de procedimientos, de variedad de resultados y de tipos de investigación y que fuese aplicable tanto a las ciencias sociales como a las ciencias naturales. En otras palabras generar un modelo en el cual se pudiera apreciar la enteridad del proceso investigativo (holos significa entero, completo, integro).
La comprensión holística de la investigación, tal como se plantea en este artículo, comenzó a desarrollarse a partir del año 1995, en el contexto de la Fundación Sypal (Servicios y proyecciones para América Latina), en Caracas, a partir de las inquietudes formuladas por múltiples investigadores con respecto a la rigidez y limitación de las formas tradicionales de hacer ciencia, enmarcadas en un único paradigma. Esta manera de entender la investigación tiene su asiento en la holística como corriente filosófica y en los desarrollos de la física cuántica. Aunque la holística tiene sus raíces los planteamientos de Aristóteles, quien fue el primero en afirmar que el todo es más que la suma de las partes, se moldea como corriente filosófica mucho después.
En su origen y concepción, cada modelo epistémico enfatizó ciertos aspectos del proceso de investigación en detrimento de otros. Por ejemplo, el positivismo destacó la importancia de verificar y descalificó la descripción como tipo de investigación, mientras que la fenomenología rescató la importancia de la descripción, pero desdeñó la verificación. Algunos métodos como la investigación-acción dieron mayor importancia a la participación de los investigados, mientras que otros privilegiaron las decisiones del investigador. Desde una comprensión holística de la investigación es posible comprender que todos esos aspectos son importantes, y que no sólo pueden coexistir en un modelo integrador, sino que son necesarios. En el gráfico 1 se aprecian los aspectos básicos que cada modelo epistémico aporta al proceso investigativo.

Hacia un modelo integrador a partir de los principios de la holística
Como antecedentes de la holística, se pueden citar los planteamientos de algunos autores, como Capra (1994), Weil (1993), Bohm (1980), Wilber, Pribram (1992), y otros autores que apuntan hacia una concepción holística de la ciencia. La comprensión holística de la investigación es una propuesta que presenta la investigación como un proceso global, evolutivo, integrador, concatenado y organizado. Desde una comprensión holística es posible trabajar los procesos que tienen que ver con la invención, con la formulación de propuestas novedosas, con la descripción y la clasificación, la creación de teorías y modelos, la indagación acerca del futuro, la aplicación práctica de soluciones, y la evaluación de proyectos, programas y acciones sociales, entre otras cosas.
Algunos de los principios de la holística que permiten visualizar un modelo integrador del proceso investigativo, son los siguientes:
- El principio de la unidad del todo.
- El principio de simultaneidad y sincronicidad.
- El principio de integralidad.
- El principio de posibilidades abiertas.
- El principio de complementariedad.
- El principio de devenir.
El principio de la unidad del todo
Cada vez más teóricos e investigadores coinciden en la idea de que el universo es una totalidad y que todo en él está íntimamente relacionado. Esta afirmación se basa, entre otras cosas, en los descubrimientos de la física cuántica. Al respecto, Capra (1992) expresa que la interconexión universal de las cosas y de los sucesos parece ser un rasgo fundamental de la realidad atómica. Bohm (c. p. Capra, 1992) confirma ésto al decir, en relación a la física cuántica: “uno llega a un nuevo concepto de inquebrantable totalidad que niega la idea clásica del mundo en partes existentes por separado e independientes” (p.156).
El principio de la unidad del todo deriva en ciertas consecuencias o aplicaciones en lo que respecta al proceso metodológico en la investigación holística. La investigación es vista como un proceso continuo que intenta abordar una totalidad o un holos (no el “absoluto” ni “el todo”) para llegar a un cierto conocimiento de él. En este sentido, el proceso investigativo abarca aspectos tanto secuenciales como simultáneos y continuidad no debe ser entendida como “acumulación” o como “linealidad”. Por ejemplo, el proceso de selección y análisis de un tema, en una investigación cualquiera, implica una serie de acciones que se ejecutan conjuntamente, de manera integrada: se lee, pero al mismo tiempo se observa, se reflexiona, se formulan interrogantes que van cambiando a medida que la lectura... esto también ocurre en otras etapas de la investigación
Para la holística, el universo es una sola realidad, de modo que los límites son considerados abstracciones del ser humano que le permiten aproximarse al conocimiento, al focalizar su atención en un evento específico de su interés. Es el investigador quien crea una frontera o un “límite” para poder aproximarse al estudio. Cuando el investigador presupone que las fronteras son reales y cree que es el medio externo el que determina los límites del evento a investigar, suele demorarse mucho en delimitar el tema y sus alcances, pues se queda esperando que el tema o la pregunta emerjan solos del contexto.
El principio simultaneidad y sincronicidad
El principio de sincronicidad está asociado con Jung (1952), y plantea que existe una forma de conexión entre fenómenos o situaciones de la realidad que se enlazan de manera a-causal, no lineal, de modo que tal conexión no responde a la lógica de la causa-efecto. Jung, concibió el principio de sincronicidad para describir la singular ocurrencia de dos o más acontecimientos de igual o similar significación, sin conexión causal posible. Este autor define la sincronicidad como: “La manifestación de una coincidencia significativa, de una conexión acausal” (Jung c.p. Luis, 2007).
Una de las implicaciones filosóficas del principio de sincronicidad es que éste constituye un vínculo entre el mundo psíquico y el mundo material, entre observador y observado, y por tanto introduce un principio de unidad entre el investigador y lo que se investiga. En la antigua concepción de ciencia se creía que las descripciones científicas eran “objetivas” e “independientes” del observador humano y del proceso de conocimiento, pero esta manera de pensar ha cambiado. El planteamiento de la unidad entre observador y observado tiene además su apoyo en el principio de indeterminación de Heisenberg, mencionado anteriormente: cuando se trata de medir con precisión los valores de un evento, los otros valores se vuelven inciertos. En consecuencia, “las propiedades de los objetos no se pueden separar del acto de medición y, por ende, del observador mismo” (Briggs y Peat, 1996).
El principio de integralidad
La integralidad le recuerda al investigador que si bien el universo es una unidad, no es uniforme, sino complejo. La integralidad alude a la unidad en lo diverso, por lo tanto la holística dista mucho de ser una forma de monismo. El ser humano es también un ser integral, que si bien es uno, se manifiesta desde diversas dimensiones (biofisiológica, volitiva, cognitiva, ética). Al estar la investigación signada por el humano, pues se debe a lo humano, es su principio y fin, debe tenerse en cuenta que:
- La investigación es una experiencia de integralidad.
- La investigación se da en un contexto social.
- La investigación tiene un carácter histórico.
- La investigación está inmersa en un sistema de valores.
Este principio se manifiesta en el proceso investigativo en las múltiples fuentes de las cuales procede el conocimiento: la experiencia, la observación, la imaginación, la reflexión, la intuición... Tiempo atrás se enfatizaba el carácter racional de la ciencia, así como el sentido instrumental y práctico de la misma, pero la ciencia no sólo es un proceso meramente intelectivo generado sólo a partir de las funciones del hemisferio izquierdo (lógico, analítico y secuencial), sino un proceso integrador. Es todo el cerebro el que participa, Aún más, no sólo es cerebral: es integral, integrativo y holístico. El investigador asume su trabajo a partir de su complejidad de ser humano e integra valores, emociones, actitudes, pensamientos, intuiciones y todo aquello que forma parte de él como persona.
El principio de posibilidades abiertas: caología y cosmología
El principio de posibilidades abiertas tiene su origen en la ciencia del siglo XX. Prigogine (2005) se dedicó a profundizar en los fenómenos de la termodinámica, y a partir de allí desarrolló sus planteamientos en torno a los conceptos de disipación de la energía, la irreversibilidad y la progresión hacia el desorden, así como la relación de éstos con el no equilibrio. La extensión del principio de posibilidades abiertas en la investigación se manifiesta en lo siguiente:
- El carácter creativo y no rutinario de la investigación, aún en el uso de los métodos: El proceso investigativo no puede ser una receta. Si bien es cierto que los métodos de investigación orientan sobre los caminos a seguir, esos caminos pueden estar llenos de sorpresas. Un proceso investigativo dinámico, abierto y creativo no puede estar limitado a una única técnica o a un método reduccionista, requiere variedad de posibilidades, de técnicas y de instrumentos acordes con las múltiples situaciones que se pueden presentar a lo largo de la indagación.
- La complementariedad entre el abordaje caológico y el abordaje cosmológico de la investigación: Para Prigogine los elementos creadores del orden y los creadores del desorden siempre están ligados, de modo que orden y desorden aparecen a la vez. Así como los procesos lineales en la física son predecibles y los sistemas cerrados son poco sensibles a las variaciones externas, en investigación el abordaje cosmológico (estructuado, cerrado, prestablecido, orientado a corroborar) responde a un camino relativamente preestablecido, con criterios más precisos y orientaciones más restringidas y es menos sensible a las variaciones que se apartan de los criterios y conceptos previos del investigador; este abordaje fue el preferido del positivismo. De la misma forma como los procesos disipativos en la física son complejos, no lineales e impredecibles, el abordaje caológico en investigación (inestructurado, abierto, con un mínimo de criterios previos, orientado a descubrir) se inicia sin preguntas, sin instrumentos estructurados, sin hipótesis, sólo con una actitud de escucha y apertura por parte del investigador, de modo que hasta los mismos eventos de estudio van emergiendo en el proceso; este tipo de abordaje ha sido el preferido del estructuralismo y de la fenomenología.

El principio de complementariedad y los sintagmas
El principio de complementariedad fue enunciado inicialmente por Bohr con el propósito de interpretar las relaciones de incertidumbre de Heisenberg. En la física cuántica este principio plantea que en el mundo atómico no hay ondas ni corpúsculos como tales, sino que toda manifestación de la luz muestra un aspecto corpuscular, un aspecto ondulatorio o una combinación de ambos. Bohr sugirió que el principio de complementariedad podría extenderse a todas las áreas del conocimiento y sostuvo que los diferentes enfoques o teorías pertenecientes a una misma disciplina eran complementarios.
Esta complementariedad dió lugar al concepto de sintagma dentro de la comprensión holística de la investigación. Dado que los diferentes paradigmas proporcionan nociones de aspectos diferentes de un mismo evento, el sintagma sería una percepción amplia de un evento visto desde varios puntos de vista. El sintagma constituye, entonces, una comprensión mayor en la cual puede percibirse el evento como totalidad, en lugar de percibirlo desde una única perspectiva. Los diferentes modelos epistémicos en investigación se consideran como maneras distintas de percibir la misma realidad, es decir, aspectos complementarios del proceso investigativo global, y la comprensión holística presenta un sintagma de esos modelos.
El principio del devenir y la espiral holística
Desde los planteamientos de Heráclito en la filosofía antigua, hasta los desarrollos de Hawking con su teoría sobre la expansión del universo y las propuestas subsiguientes, el ser humano ha percibido el cambio como parte de la vida y del universo. El principio del devenir plantea que todo cambia permanentemente, por tanto, el conocimiento también es cambiante, y la investigación es un proceso de devenir personal e histórico. La ciencia de los antiguos paradigmas creía en la existencia de una teoría científica última acerca del mundo como una construcción firme y permanente. Pero cada día los científicos se convencen más de que esto no es posible. La búsqueda de conocimiento es un proceso dinámico, en el cual lo que se puede aceptar como verdad en una época, se considera insuficiente o se percibe como inadecuado en otra.
Desde una visión integradora se concibe el proceso investigativo como un devenir a través de diferentes niveles de conocimiento. En este devenir, el conocimiento anterior no queda desechado completamente, sino que se integra dentro de una nueva comprensión, pues ha sido la tarea evolutiva necesaria para alcanzar el nuevo aprendizaje. Desde una comprensión holística el ser humano se aproxima al conocimiento en un proceso permanente en “espiral” donde cada resultado alcanza grados de complejidad cada vez más avanzados. La espiral holística recorre diez tipos de investigación que se repiten ad infinitum, como un fractal.
Figura 3. La espiral de la investigación
Cada vuelta de la espiral representa un estadio de conocimiento y un objetivo de investigación. Estos objetivos representan logros sucesivos en un proceso permanente de generación de conocimiento, más que resultados finales. Los objetivos son integradores: para plantearse un objetivo de mayor profundi­dad se requiere antes haber logrado objetivos de menor profundidad o complejidad. Hay diez categorías básicas de objetivos: explorar, describir, analizar, comparar, explicar, predecir, proponer, intervenir, confirmar y evaluar, los cuales conducen, cada uno, a un tipo de investigación diferente: exploratoria, descriptiva, analítica, comparativa, explicativa, predictiva, proyectiva, interactiva, confirmatoria y evaluativa.


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Exigencias y aportes de una comprensión holística de la investigación
Para trabajar con la comprensión holística de la investigación es esencial conocer y manejar los aportes y propuestas de los diferentes paradigmas e n investigación y además conocer multiplicidad de técnicas y métodos, pero fundamentalmente se requiere una actitud de apertura, flexibilidad y creatividad.
Por otra parte, la comprensión holística de la investigación proporciona diversos aportes, tanto metodológicos como pedagógicos, sociales y humanos. En primer lugar, constituye un modelo que organiza y sistematiza la información y el conocimiento en metodología de investigación por medio de la metáfora de la “espiral holística” (Hurtado de Barrera, 1996, 2000) y del cual se desprende la propuesta metodológica. Con base en este modelo se configuran la escala integrativa de los objetivos, los conceptos de fases y estadios y la concatenación de los tipos de investigación como momentos de un proceso único.
El modelo ha permitido desarrollar una clasificación amplia de los tipos de investigación en la cual se conceptualizan diez categorías (cuando los autores metodológicos más antiguos sólo habían conceptualizado una, y los más recientes a lo sumo cuatro). En investigación holística todos los tipos de investigación son importantes y ninguno es superior a otro: todos se necesitan recíprocamente. Se le atribuye significación científica, tanto a una investigación descriptiva como a una investigación explicativa o proyectiva, y se evita hacer corresponder los tipos con niveles específicos del proceso educativo formal.
Otro aporte consiste en la posibilidad de hacer investigación de manera transdisciplinaria. Esto es muy importante, pues tal como lo plantean Capra y Steindl-Rast (1994), en terrenos de la ciencia, cada campo científico con relevancia social es requerido en estos momentos de la historia para la solución de graves problemas de la sociedad y sólo una ciencia orientada hacia la holística será capaz de resolverlos, pues no cabe entender aisladamente los problemas principales de la época. Sea cual fuere el problema a resolver, tiene que ser percibido en su relación con los demás problemas, y para ello se precisa de un pensamiento holístico.
Otra contribución es el concepto de sintagma gnoseológico como una vía para desarrollar nuevo pensamiento y escapar de las viejas y gastadas ideas asociadas con el marco teórico basado en teorías ajenas a la realidad del investigador (Hurtado de Barrera, 1998, 2001a). La posibilidad de generar sintagmas propios invita al investigador a desprenderse del “copia y pega” para generar sus propios conceptos y desarrollar reflexiones teóricas más profundas.
La comprensión holística de la investigación abre una ventana novedosa que motiva y estimula a dar aportes propios y universales y ayuda al investigador a compren­der las distintas fases y estadios por los que atraviesan los procesos creativos en el plano de la investigación.
Además, la comprensión holística de la investigación propicia una mayor trascendencia de lo científico a otras áreas de lo humano y lo social. Para la comprensión holística de la investigación queda superada la división tradicional en­tre ciencia formal y ciencia fáctica. Esta característica de la comprensión holística de la investigación también facilita que docentes de cualquier nivel educativo y de cualquier disciplina puedan incorporar procesos investigativos a las actividades didácticas.
Dentro de esta propuesta no hay disociación entre la investigación y el quehacer profesional. Un tema de investigación nace fundamental­mente de un contexto y obedece a una necesidad, y se buscan resultados aplicables, capaces de resolver esas necesidades. Esta antigua dicotomía entre ciencia fáctica y ciencia teórica puede entenderse ahora como la expresión de diferentes mo­mentos de la espiral holística.
En síntesis, la comprensión holística de la investigación da respuesta a muchas de las inquietudes de investigadores e intelectuales. Diversos teóricos habían hecho las acotaciones epistémicas en torno a lo que se requería como proceso investigativo, pero no se había formulado un desarrollo metodológico que expresara esas inquietudes: ¿Cómo hacer ciencia a partir de esos principios epistémicos?, ¿cómo incorporar los procesos de simultaneidad a la investigación?, ¿cómo aplicar el proceso sintagmático?, ¿cómo hacer investigación transdisciplinaria?, ¿cómo hacer una investigación más humana? Estas preguntas son las que responde la investigación holística.
Referencias
Bohm, David. 1980. La totalidad y el orden implicado. Barcelona, España: Kairós.
Capra, Fritjof; Steindl-Rast, David. 1994. Pertenecer al Universo. Encuentros entre Ciencia y Espiritualidad. Madrid, España: Edaf.
Brogs, J. y Peat, D. 1996. A través del maravilloso espejo del universo. Barcelona, España: Gedisa.
Cook, T.D.; Reichardt, Ch. 1982 Métodos cualitativos y cuantitativos en investigación evaluativa. Madrid, España: Morata.
Damiani, Luis F. 1996. La diversidad metodológica en la Sociología. Caracas, Venezuela: Fondo Editorial Tropykos.
Delgado, José María. 1991. "Algunas consideraciones en torno al debate entre los enfoques cuantitativo y cualitativo de investigación en las ciencias sociales". Revista Paradigma. Vol. XIII. Nos. 1 y 2. Caracas, Venezuela: UPEL.
Hurtado de Barrera, Jacqueline. 2007. Metodología de la investigación. Una comprensión holística. Caracas, Venezuela. Ediciones Quirón- Sypal. Caracas.
Jung, Carl Gustav. 2004. Sincronicidad como principio de conexiones acausales (1952). Obra completa Volumen 8: La Dinámica de lo Inconsciente. Madrid: Trotta
Prigogine, Ilya. 2005. El nacimiento del tiempo. España: TusQuets Editores.
Weil, Pierre. 1993. Holística, una nueva visión y abordaje de lo real. Bogotá, Colombia: Ediciones San Pablo.

Wilber, Ken y otros. 1992. El paradigma holográfico. Una exploración de las fronteras de la ciencia. Buenos Aires, Argentina: Kairós.